Quiero dar las gracias a este foro y a todos sus componentes por las ayudas y consejos recibidos mientras he estado activo en él. Ahora participaré más bien poco o nada. El Ligero de Cucay (como lo llamaban los que me conocen) se ha vendido. Alguien, muy lejos de aquí ha sabido apreciarlo, lo ha buscado y ha pagado por él lo que su propietario pedía.
La vida cambia y las circunstancias te llevan por otros derroteros. Yo no me puedo quejar, estoy mejor que ayer y que anteayer, siempre me ha ido bien, y a pesar de la crisis, mejor todavía. Tanto en el trabajo como en mi vida privada.
Pero como digo, la vida va cambiando y mi tiempo con el Ligero había llegado a su fin. Sigo en el mundo Land Rover, nunca me he ido, y sé que echaré de menos a mi trasto. Sólo me ha dado satisfacciones, porque he disfrutado con él, pero sobre todo, porque gracia a él he conocido a gente estupenda, que hoy en día son grandes amigos míos.
Aquí, sólo tengo un pequeño desasosiego. Un tipo genial, excelente, con el que he tenido largas conversaciones, y al que no he tenido el placer todavía de conocer. Él me llamó un día, sin conocerme, y me regaló una lona de ligero, lona con la que se va mi coche a ESTADOS UNIDOS (bueno, ya estará allí, paseando por las playas de Florida), y me la regaló porque le dio la gana. José Carlos Dieguez Alonso, algún día nos daremos un abrazo. Siempre le prometí la defensa de mi Ligero, que se la regalaría cuando la desmontara. Y cuando la fui a desmontar resulta que va y vende el suyo...., como digo, son historias, épocas, amigos ganados gracias a estos coches.
Bueno, me despido de los conocidos y de los no conocidos. Entraré o no entraré, depende de muchas circunstancias, el trabajo casi no me da cuartel y el resto del tiempo, entre motos, otros coches y la familia, pues....ya sabéis.
Lo que sé que nunca olvidaré es mi cacharro. Es el coche más noble y agradecido de todos los que he tenido. Y lo que más me alegra es lo que me dijeron. De estos, en USA hay pocos y por eso los quieren. Y allí se ha ido, a retirarse rodeado de mujeres bonitas, como un jubilado de oro, a las playas de Florida.
Vinieron a verlo. No les hizo falta probarlo y ni siquiera lo condujeron. No discutieron el precio. Simplemente me pusieron una condición, que lo llevar a la empresa de transportes que lo embarcaba para USA. Así que tuve el placer de conducirlo yo mismo hasta su nueva vida. Allí lo dejé, esperando a ser metido en un contenedor. Es la última foto que le hice. En la esquina derecha de la foto se ven los compradores.....espero que sean muy felices, tanto como yo lo he sido.
Un abrazo a todos.

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